¿Qué tipo de cortacésped necesito?

Para cortar el césped vas a necesitar una máquina cortacésped. No queda otra. Y como es algo que tienes que hacer con cierta frecuencia si quieres que tu césped esté lustroso y que den ganas de pasear, jugar o tumbarse en él, lo normal es que tengas una en tu propiedad.

Desde el primer cortacésped inventado por un señor inglés, Edwin Budding, en 1830, ha habido una gran evolución. Hoy en día, como con casi todo, existen diferentes tipos de cortacésped y cada uno es más apropiado que otro para una situación diferente.

Conviene que te familiarices con ellos para asegurarte de que eliges el más adecuado para tus necesidades o deseos.

Así que sigue leyendo, que te lo vamos a contar de la forma más breve y comprensible que podamos.

Cortacésped manual

Un cortacésped manual es adecuado para jardines pequeños. En nuestra opinión, un césped de más de 100 metros cuadrados requiere de otros sistemas mecánicos.

Como su propio nombre sugiere, la fuerza para el movimiento del mecanismo de desplazamiento y corte tienes que proporcionarla tú, empujándolo sobre el césped.

Al rodarlo harás que rote el cilindro sobre el que se han dispuesto las cuchillas helicoidales.

El cilindro con las cuchillas gira sobre una placa metálica afilada que pasa a ras de césped de manera que proporciona un corte perfecto, como el de unas tijeras.

Estos cortacéspedes necesitan lubricación con cierta frecuencia y que la hierba esté corta y seca.

Si la hierba está mojada se apelmazará y se pegará a distintas partes del sistema móvil haciendo más difícil avanzar y cortar.

Si la hierba está demasiado larga resbalará entre la cuchilla y la plancha y no podrá hacer un corte limpio. Aparte de esto, la altura máxima de corte de estas máquinas no suele ser muy grande (4,5 centímetros a lo sumo).

Como ya sabemos, al césped no se le debe cortar más de 1/3 de su altura cada vez, por lo que la altura máxima que debemos permitir es de unos 6 centímetros. Si cortamos hierba más alta que eso frecuentemente, nos costará mucho hacerlo por las características del aparato y además estaremos dañando la calidad del césped.

Puede darse el caso de que en un momento dado necesites alquilar o tomar prestado un cortacésped eléctrico o de gasolina para dar unas primeras pasadas hasta que el césped esté a una altura que pueda gestionar bien tu cortacésped manual.

Si el terreno no es muy liso también te puede dar problemas. Cualquier desnivel, por que pequeño que sea, puede hacer que alguna de las ruedas no apoye bien en el suelo. La tracción entonces será menor y mayor la dificultad para moverlo y que el cilindro con las cuchillas gire.

También tienden a atascarse más que los otros modelos, si hay ramitas o hierbas más gruesas. En estos casos tendrás que parar, echar el cortacésped un poquito para atrás y manualmente quitar lo que haya atascado el cortacésped.

Piensa que un jardín de unos 100m2 te puede llevar unos 20 minutos. Con un cortacésped manual, en verano, tendrás que pasarlo cada semana para no tener problemas.

Las ventajas de estas máquinas son que hacen un corte más limpio que otros sistemas, son más baratas, menos ruidosas, más ecológicas, requieren muy poco mantenimiento, son ligeras y ocupan poco espacio. Mucha gente también valora que es una actividad sin estrés, al aire libre y relajante. Y si además quieres hacer ejercicio de brazos y espalda, estupendo. Si no, a lo mejor tienes que pensar en otros modelos.

Si quieres una recomendación de qué cortacésped manual puedes comprar, echa un vistazo a nuestra página de análisis.

Cortacésped eléctrico

Si tienes un jardín de tamaño mediano o si, simplemente, quieres algo más cómodo que un cortacésped manual, puedes pensar en tener un cortacésped eléctrico.

En la mayoría de los modelos las cuchillas no serán helicoidales, sino rotatorias. Este sistema consiste en una cuchilla que gira a gran velocidad a ras de suelo y en torno a un eje vertical.

El corte es menos limpio que el de las cuchillas helicoidales y aunque esté bien afilada tiende a desgarrar la hierba.

Aquí también conviene que la hierba esté seca para evitar apelmazamientos, bloqueos de la máquina o que el césped no vaya a la bolsa colectora.

A cambio, su corte no es tan dependiente de la longitud de la hierba.

Los cortacéspedes eléctricos no suelen ser autopropulsados, aunque hay algún modelo de mayor entidad que sí lo es.

Por otro lado, pueden tener cable o no.

Si el cortacésped se alimenta a través de cable, estarás limitado en tus movimientos por la longitud de éste y correrás el riesgo de tropezar e incluso de cortarlo si se nos enreda y pasamos sobre él.

Si no tiene cable, usará baterías recargables. Según el número y la capacidad de éstas tendrás más potencia y más autonomía. La accesibilidad a las baterías es importante también por si queremos tener alguna de repuesto que nos permita cambiar alguna cuando se agote y así no tener que parar para recargar.

Los modelos sin cable son más pesados que los otros, cosa que deberás tener en cuenta si no es autopropulsado y vas a tener que empujarlo tú mismo. Son también más caros que los otros y éstos más caros que los manuales.

El mantenimiento de estas máquinas es sencillo y se suele limitar a limpiarlas tras cada corte y a afilar las cuchillas una vez al año.

Los cortacéspedes eléctricos, por su autonomía y la potencia que pueden ofrecer son buenos para jardines de tamaño mediano.

Hemos hecho una revisión de los mejores del mercado y te ofrecemos una recomendación en la página de cortacéspedes eléctricos.

Cortacésped de gasolina

La siguiente opción son los cortacéspedes de gasolina. Estos funcionan con un motor de combustión interna de cuatro tiempos. Suelen tener también cuchillas rotatorias y es más habitual que sean autopropulsados que los eléctricos.

Con los equipos autopropulsados evitas tener que empujarlos y simplemente tendrás que ir detrás de ellos gobernando la dirección. En los que no sean autopropulsados, te tocará empujar como en los manuales, aunque en este caso, por el tipo de corte, el esfuerzo es menor.

Tienen una autonomía absoluta y más potencia que los eléctricos, por lo cual son ideales para jardines de medianos a grandes.

Las desventajas es que son más ruidosos, más pesados, contaminan más y requieren más mantenimiento. Aparte de limpiarlos tras cada corte, tendrás que cambiarle el aceite regularmente, limpiar o sustituir el de filtro del aire, recargarlo de gasolina, etc… casi como si fuera un coche.

Tienes nuestra recomendación del mejor cortacésped de este tipo en la página de cortacéspedes de gasolina.

Robot cortacésped

Estos cortacéspedes funcionan como los robots aspiradores de las casas. Son completamente autónomos. Según la programación que les hagas, recorrerán tu jardín en los momentos previstos cortando el césped y volviendo posteriormente a su base de carga donde estarán hasta el siguiente trabajo.

Son cortacéspedes eléctricos con batería y de cuchillas rotatorias y son ideales para desentenderte totalmente del cortado del césped en jardines de cualquier tamaño.

Son silenciosos, ecológicos y requieren poco mantenimiento. Un lavado de vez en cuando y ya está.

No tienen bolsa recolectora de desechos, por lo que los cortes tienen que ser muy frecuentes para que los restos sean suficientemente pequeños y los agentes naturales puedan descomponerlos rápidamente. Como los cortes los hace el robot sin despertarte, esto no debería ser un problema.

La desventaja fundamental es que estos robots son todavía un poco caros. Además requieren un montaje previo relativamente complejo y dejar unos cables permanentemente tirados en la periferia del jardín y rodeando árboles, setos, etc…

Pero si odias totalmente hacer esta tarea, es algo para plantearse.

Cortacésped aerostático o flotante

Para finalizar existe un modelo estupendo para jardines pequeños que es el cortacésped flotante.

Estos cortacéspedes funcionan de manera que generan un colchón de aire debajo de ellos que los hace flotar sobre el césped.

Son eléctricos, con batería, más ligeros que los demás y mucho más maniobrables, por lo que son ideales para jardines pequeños y para los que tienen suelo irregular o recovecos a los que sería difícil llegar con los otros modelos.

Son también relativamente baratos, muy silenciosos y requieren muy poco mantenimiento.

Algunas dudas habituales

¿Cuánta potencia necesito?

La potencia del motor vendrá especificada en vatios (W).

Si no es muy grande tendremos sobre todo dos problemas. Primero, el cortacésped tendrá problemas para funcionar cuando la hierba esté muy alta, por lo que nos obligará a cortar con más frecuencia. Y segundo, en un modelo autopropulsado le costará avanzar cuando la bolsa colectora esté llena y las ruedas tiendan a hundirse más de la cuenta.

Con esto en mente, un par de orientaciones:

Un cortacésped de 800 vatios será suficiente para un jardín de menos de 100 metros cuadrados.

Para jardines hasta 300 metros cuadrados iremos bien con uno de 1500 vatios.

La bolsa colectora, ¿de qué tamaño?

Lo más grande posible. Si la hierba está alta o si tienes un jardín grande, será un fastidio tener que parar regularmente para vaciarla. Para jardines pequeños no es muy importante, pero para jardines hasta 300m2 será bueno que la bolsa sea por lo menos de 30 litros.

La carcasa, ¿de acero, aluminio o plástico?

Las de acero son generalmente las más baratas y el material es el más fuerte. El problema que con el tiempo se corroen a no ser que seas muy escrupuloso con la limpieza de las zona inferior y que las dejes secar siempre antes de guardar el cortacésped.

Las de aluminio, no son tan fuertes pero no se corroen tan fácilmente. Requieren que se haga una limpieza a fondo antes de almacenamientos largos (en invierno, por ejemplo). El resto del tiempo es suficiente con una limpieza superficial.

Las de plástico, están hechas de polímeros. Son más caras que las otras, pero la ventaja es que es menos fácil que la hierba se les quede pegada y son materiales que no se corroen. También son más frágiles contra impactos de piedras o superficies sólidas contra las que puedas colisionar al trabajar con ellas.

Marca del motor, ¿es importante?

Hazte con un cortacésped con un modelo de motor bien conocido. Es importante si tienes que llevarlo a reparar o si necesitas recambios.

¿Cómo debe ser el ajuste de la altura de corte?

Algunos cortacéspedes tienen una única palanca para ajustar la altura de la carcasa para el corte. Esto es lo más cómodo. Otros requieren que ajustes cada rueda por separado.

¿Qué peso debe tener?

Si tienes que llevar el cortacésped de un lado a otro, debes tener en cuenta el peso. Un cortacésped ligero podrás meterlo sin ayuda en el maletero de un coche. Si es más pesado, necesitarás ayuda de otra persona.

¿Plegable, desmontable, nada?

Dependiendo del hueco que tengas para guardarla, este puede ser también un factor importante. Algunos modelos pueden recogerse muy bien, porque puedes plegar los manillares o incluso desmontar alguna pieza. Otros casi no tienen opciones.

¿Arranque eléctrico o por cuerda?

Los motores de gasolina requieren que se les arranque de alguna manera. ¿Recuerdas las manivelas de los coches antiguos?

Lo habitual es que vengan con una cuerda de arranque, pero los hay que tienen starters eléctricos. Obviamente, las piezas extra aumentan el precio final.

¿Cortacésped que haga «mulching»?

Los cortacéspedes con opción de «mulching» completa o parcial son más caros que los demás, y usan más combustible o electricidad, porque requieren de más cuchillas y los motores necesitan más potencia.

Si puedes permitírtelo, como hemos visto en otros apartados, es una opción estupenda para tu jardín por ser más natural y ecológica. Y porque te ahorra tener que tirar los restos del corte… Todo suma.