Cómo abonar el césped: 10 consejos sencillos

El césped de tu jardín consume muchísimos nutrientes: está muy expuesto a las inclemencias del tiempo, necesita mucha agua, se corta a menudo y lo queremos verde y tupido todo el año.

Esto hace necesario que le aportes abono regularmente, para que regenere la capacidad nutritiva del suelo de forma que el césped crezca sano y fuerte y aguante mejor las inclemencias del tiempo y el estrés del uso que le des.

¿Cómo abonar el césped de una forma efectiva?

La ciencia del abono perfecto es complicada y sujeta a muchos matices, pero la hemos condensado en 10 consejos sencillos que serán suficientes para la mayoría de las ocasiones.

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cómo abonar tu césped

Los 10 consejos imprescindibles sobre cómo abonar tu césped

1. Hazlo según calendario

No lo hagas sólo cuando lo veas feo o amarillo… o poco denso… o porque se te antoja que a lo mejor toca un día de estos…

Tienes que anticipar los momentos del año en los que tu césped va a necesitar más nutrientes porque va a entrar en una fase de crecimiento importante.

Los momentos perfectos para abonar van a variar según el tipo de césped, de suelo, de clima y del abono que uses.

No obstante, casi todos los céspedes son una mezcla de distintos tipos de semillas y, como regla general, el comienzo de la primavera y del otoño son los momentos apropiados para el abono.

La etiqueta de la bolsa de abono te dará alguna pista adicional sobre la frecuencia de aplicación, pero mientras no te pases y evites abonar en la fase más calurosa del verano, tu césped debería estar estupendo con los abonos de primavera y otoño.

2. Entiende lo que significan los números

Cuando compres abono, verás 3 números en la etiqueta.

Estos números muestran el porcentaje de Nitrógeno (N), Fosfato (P) y Potasio (K), respectivamente.

Son los tres nutrientes principales para abonar tu césped.

El Nitrógeno ayuda a que la hoja muestre un color verde vivo y a que el césped crezca rápido y fuerte.

El Fósforo estimula el crecimiento de la raíz y ayuda a que germinen las semillas.

Y el Potasio fortalece la hierba para que resista mejor agresiones como la sequía o las enfermedades.

Una bolsa con un etiquetado que ponga «20-5-10», por ejemplo, tendrá un 20% de Nitrógeno, un 5% de Fósforo y un 10% de Potasio.

El resto de la bolsa suele contener material de relleno que ayuda a distribuir  el abono de una forma homogénea sobre el suelo.

3. Utiliza abono de liberación lenta

Generalmente será más cómodo para ti y mejor para tu terreno utilizar abonos de liberación lenta.

Estos abonos liberan sus nutrientes durante más tiempo, de forma que su efecto será más duradero y no tendrás que plantearte aplicaciones intermedias entre las de primavera y otoño.

Además es una medida más ecológica, porque contamina menos los acuíferos cercanos que los otros tipos.

La desventaja es que son algo más caros.

Aparte de los abonos de liberación lenta existen otros, que puedes considerar aplicar en determinadas circunstancias:

Abono de liberación rápida: obtienes resultados rápidos, pero los debes aplicar en dosis menores y más frecuentes. Podrías quemar el césped si usas demasiado. Cuando el césped es muy joven, es más adecuado el uso de este tipo de abono porque estimula más y mejor el crecimiento.

Abono con herbicida: identifica las malas hierbas de tu césped antes de usar un producto de estos y asegúrate de que están nombradas en la etiqueta. Ten cuidado especial alrededor de árboles, arbustos y plantas del jardín para no dañarlas.

Materiales orgánicos como compost o estiércol y el mulching: tendrás que usar grandes cantidades, porque los nutrientes esenciales no están tan concentrados como en los otros tipos de abono. Algún estiércol, además, puede tener semillas de malas hierbas. En cualquier caso, es una forma mucho más ecológica de abonar el suelo. El uso excesivo de abonos es responsable del aumento de contaminación del agua en algunas zonas. Además, son buenos para proteger al suelo de la erosión. Aplicado con alguna frecuencia te puede ayudar a reducir el uso de abonos de los otros tipos.

Abonos líquidos: son cómodos de aplicar, pero no recomendables porque te será difícil distribuirlos de forma homogénea y requerirá que los apliques a menudo.

4. Con máquina o a mano, distribúyelo homogéneamente

Cuando apliques el abono, debes intentar repartirlo homogéneamente. Evita que se concentre en algunas zonas, porque podría quemar el césped. Y evita también que haya zonas que no reciban abono, porque ahí crecería menos o menos fuerte que en el resto del jardín.

Hay varias maneras de aplicarlo. Si usas un esparcidor será más fácil que el abono se reparta equilibradamente que si lo haces a mano (a voleo).

Hay máquinas esparcidoras bastante económicas y efectivas que te van a facilitar esta tarea. Las más habituales son las rotativas, que tienen un disco que gira debajo del recipiente del abono y, según va cayendo, lo distribuye uniformemente.

Si de todas maneras prefieres hacerlo manualmente, un consejo para dar las dosis adecuadas es dividir el terreno en parcelas del mismo tamaño, medir la cantidad que le toca a cada una y luego echar esa cantidad en cada una de las parcelas. Así no habrá partes con escasez o, peor, con exceso de abono.


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5. Riega antes y después, pero que esté seco cuando lo abonas

Antes de abonar el césped, riega bien tu jardín. Deja pasar un día o dos, hasta que las hojas se sequen del todo y entonces haz la aplicación del abono.

Si las hojas están mojadas o húmedas, por el riego, una lluvia o el rocío de la mañana, el abono podría adherirse a la hoja y quemarla.

Después, riega de nuevo, ligeramente. Este segundo riego es muy importante porque lava el abono que pudiera haber quedado en las hojas, lo integra en el suelo y ayuda a que el aprovechamiento sea más uniforme.

Ten cuidado de que este segundo riego no sea muy abundante y vigila si en los siguientes dos días llueve demasiado porque podría llevarse el abono, sobre todo si el jardín está en pendiente, y tendrías que compensar haciendo otra aplicación unos días después.

6. Primero el perímetro

Cuando apliques el abono, haz primero el perímetro, cuidando de no salirte y que quede abono fuera del césped.

Luego, en pasadas rectas y ligeramente superpuestas, recorre todo el jardín de forma lenta y constante.

7. Es mejor quedarse corto que pasarse

Como ya habrás visto, es peligroso pasarse con el abono, que se quede pegado a las hojas o que se concentre en determinadas zonas. En cualquiera de estos casos acabaríamos quemando la parcela de césped afectada.

Quedarnos cortos puede corregirse posteriormente mejor que habernos pasado.

La etiqueta del la bolsa del abono te dará la cantidad y ritmo de aplicación, pero un buen consejo es aplicar la mitad de lo que recomiende en una primera pasada y la otra mitad en una segunda perpendicular a la primera. De esta forma tendrás mejor cobertura y será más difícil tener un exceso de abono en alguna parte del jardín.

8. Si te pasas, o se va fuera, recoge

Si se te cae más abono del que quieres en alguna parte del césped, bárrelo con una escoba, o incluso, si es de bolitas. Así podrás recoger algo y distribuir mejor el resto.

A veces, a pesar de tus mejores esfuerzos, el abono acaba fuera del césped, en el asfalto, camino, porche o acera. Si ocurre esto, no lo dejes hasta que se lo lleve la lluvia y contamine ríos o arroyos o hasta que se lo coma el perro. Recógelo también lo mejor que puedas.

9. Toma precauciones

Como con casi todo, hay algunos cuidados básicos que debes tomar durante y después del abonado:

  • Sigue las instrucciones del fabricante para su aplicación y almacenaje.
  • No toques el abono con las manos y evita que contacte con la piel. Usa elementos de protección: gafas, guantes, mascarillas, zapatos cerrados, pantalones y camisa largos.
  • No abones cuando haya viento.
  • Asegúrate de que niños y animales no se acercan al césped durante el tiempo recomendado por el fabricante, que suele estar entre 24 y 48 horas.
  • Si utilizas una herramienta para echar el abono, límpiala bien de residuos, ya que son muy corrosivos.
  • Guárdalo en un lugar seguro y sólo la cantidad que vayas a utilizar durante la temporada para que se conserve en las mejores condiciones.

10. Y además…

Además de todo lo anterior hay infinidad de pequeños detalles que puedes considerar para hacer que tu abonado sea más efectivo. Aquí tienes algunos de ellos:

  • Pon menos abono en las zonas de sombra.
  • Pon más si tu jardín está usando mucha agua.
  • Abona un día después de cortar el césped, cuando se haya recuperado adecuadamente.
  • No abones durante una sequía, con el césped marrón o marchito por falta de humedad.
  • Rellena la máquina abonadora fuera del césped. Si se te derrama algo será más fácil recogerlo.
  • Tendrás que compensar, en las siguientes situaciones, porque el efecto del abono será menor:
    • Suelos arenosos
    • Terrenos con demasiado fieltro (enlace a escarificar)
    • Zonas con tierra demasiado compacta y no suficientemente aireada (enlace a airear)
    • Jardines viejos, de más de 20 años
    • Temperaturas por debajo de 10 grados

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