Cómo mantener el césped verde todo el año

Mantener un césped verde todo el año es un objetivo que requiere dedicar tiempo y planificación a los cuidados de tu jardín. A lo largo de un año, en climas continentales, oceánicos o mediterráneos como los que hay en distintas regiones de España, el césped pasará por diferentes fases que lo pondrán a prueba: desde los rigores del frío y las heladas hasta la dureza del excesivo calor e insolaciones del verano, pasando por momentos húmedos y otros muy secos.

Así que, si te vas a poner a ello, sigue los siguientes consejos, desgranados en los que debes hacer cada mes.

Enero

En enero el tiempo es frío y hay viento y heladas casi todos los días. El césped estará sometido a un estrés especial, por eso conviene que camines sobre él lo menos posible. Si además ha llovido o las heladas son especialmente intensas, caminar sobre el césped puede crear charcos localizados, una compactación excesiva de la tierra y también puede dañar las hojas de hierba. Ésto último hará que las heladas se cuelen en ellas, produciendo quemaduras marrones.

De todas formas, no te preocupes demasiado si esto ocurre. Hacia abril, haciendo las tareas de aireado y escarificado rectificará este problema de compactación y encharcado.

Ahora es un buen momento para, sin prisas, ir revisando las herramientas de jardín y asegurarte de que están en buenas condiciones. Ésto hará que tus tareas sean más fáciles después. Herramientas mal afiladas o dañadas te complicarán la vida y todo te supondrá más esfuerzo.

No olvides comprobar el estado de tu cortacésped y, si lo tienes, de tu esparcidora. A lo mejor hay que llevarlas a un servicio de reparación o hay que sustituir alguna pieza o incluso renovarlas por completo. Aprovecha estos meses invernales para hacerlo, porque es cuando menos las vas a usar.

Febrero

Si el tiempo es suave y seco, pasea sobre el jardín para comprobar su estado.

¿Lo notas blando y esponjoso bajo tus pies? Si es así, lo más probable es que tengas demasiado fieltro y que tengas que tratarlo en la primavera. Reducirlo favorecerá el crecimiento de la hierba en las zonas más afectadas y mejorará el estado del terreno que las rodea.

¿Tienen las hojas de la hierba diferentes formas y tamaños? Si es que sí, podría ser que estén saliendo malas hierbas, que robarán nutrientes y humedad a tu césped. Tendrás que atacar este problema a principios de abril, cuando las malas hierbas empiecen a crecer. Cuando llegue el momento tendrás que asegurarte de que usas un herbicida selectivo para evitar matar al mismo tiempo tu césped.

Ahora que ya has revisado el estado del césped y sabes los problemas con los que vas a tener que enfrentarte al comienzo de la primavera, es un buen momento para ir mirando diferentes productos, ver cuáles están disponibles online o en tu tienda favorita y decidir entre ellos cuál es el que más se ajusta a tus necesidades.

Marzo

Según se aproxima el tiempo primaveral, no caigas en la tentación de empezar a echar ningún producto todavía a tu césped. Es posible que el invierno reaparezca o se prolongue más de lo esperado, con lo que el césped no crecerá todavía y hará inútil cualquier esfuerzo que hayas hecho hasta entonces.

También es pronto aún para empezar a sembrar semillas. Las semillas de césped necesitan un suelo templado para germinar rápidamente y en este momento del año todavía estará demasiado frío y hay aún riesgo de que haya alguna helada de más que pueda dañarlas.

Abril

En abril la primavera muy probablemente estará plenamente asentada y estable. Es el momento de empezar con el programa de fertilización y mejora del césped ahora que las temperaturas han subido y poco a poco va disminuyendo el riesgo de tener alguna helada más.

Puedes empezar a trabajar en la eliminación de las malas hierbas porque estarán empezando a crecer y a acumularse. Lo mejor, si puede ser, es aplicar productos específicos para las especies de malas hierbas que se puedan estar dando en cada caso, así que pide asesoramiento y ayuda experta en tu tienda especializada de tu elección. Una vez tengas el producto, asegúrate de usarlo según las recomendaciones del fabricante, que verás en las etiquetas o en las guías de uso correspondientes.

También es el momento de hacer un aireado y escarificado para aliviar los problemas de compactación que puedan haberse creado y manifestado durante el invierno.

Los restos de ambos trabajos tendrás que limpiarlos con un rastrillo antes de dar ningún paso más. No los dejes o corres el riesgo de que las malas hierbas vuelvan a aparecer en poco tiempo.

Si después de estos trabajos ha quedado alguna calva o alguna zona con menos espesura de césped, es el momento de sembrar nuevo césped.Ten cuidado de no hacerlo demasiado pronto después del uso de herbicida. Las instrucciones de uso de éste te dirán también cuánto tiempo conviene esperar hasta que puedas echar semilla de nuevo.

Cuando empieces a trabajar la tierra para sembrar nuevas semillas, verás que alguna semilla de mala hierba que estaba inactiva germinará también con tu césped y hará que tu jardín esté feo durante un tiempo.

La mayoría de estas malas hierbas son del tipo anual, que acabarán muriendo con los cortes periódicos que harás al césped en las siguientes semanas.

Las malas hierbas perennes necesitarán un tratamiento de nuevo con el herbicida adecuado pero no antes de que el nuevo césped tenga por lo menos 2 meses de tiempo.

Si tienes un exceso de humus de lombriz en tu césped a estas alturas de año, lo mejor es que lo barras un poco antes de pasar el cortacésped por primera vez, porque un contacto excesivo entre cualquier material que no sea hierba y las cuchillas del cortacésped las dejará romas con mucha rapidez y el corte será mucho peor.

Aún dentro del mes de abril, tu césped habrá crecido probablemente lo suficiente como para pensar en hacer el primer corte del año.

Recuerda no cortar más de 1/3 de la longitud que tengan las hojas de césped. Si lo quieres más corto, llévalo a ese punto en los cortes de los días siguientes, poco a poco.

Las zonas que hayan recibido la siembra de nuevas semillas necesitarán estar húmedas todo el tiempo para que la germinación sea mejor y más rápida y para que el césped se agarre bien al suelo echando buenas raíces.

Cuando le toque el primer corte a estas zonas es especialmente importante que las cuchillas del cortacésped estén perfectamente afiladas para que el corte sea fino. Si están romas, no lo cortará, sino que lo desgarrará o romperá, debilitándolo cuando aún es demasiado joven para recuperarse vigorosamente de estas agresiones.

Mayo

Sigue con los cortes de césped periódicos, sin olvidar los bordes del jardín.

Asegúrate de que continúas también con un buen programa de fertilización añadiendo nutrientes según haga falta y de que tratas las malas hierbas que aún queden en tu jardín.

Las áreas de siembra reciente son las únicas que deben esperar en estos programas de tratamiento de malas hierbas y de fertilización. En estos casos hazlo exactamente como venga indicado en las instrucciones de la bolsa de semillas que compraste para sembrar.

Junio

En esta temporada el césped tendrá que cortarse un par de días a la semana si quieres que esté corto y atractivo.

Por otro lado, según se vaya volviendo más caluroso y seco, tienes que tener cuidado con no dejarlo demasiado corto, porque si no la parte inferior del césped se quemará. Un césped un poco alto y espeso dará sombra suficiente. Es un equilibrio entre la estética y la salud del césped. Prueba y observa, para ver cuál es el punto justo de tu jardín.

Sigue para ello nuestros consejos sobre cómo cortarlo para no cometer ningún desliz innecesario.

Tan importante o más que lo anterior es cuidar el ritmo de riego.

Los nuevos tipos de césped y, en general, todos los que ya sean maduros y de buena calidad, son bastante resistentes a las sequías, pero el riego en cualquier caso les ayudará a estar más vibrantes y sanos.

Sigue también nuestros consejos sobre cómo regarlo adecuadamente y el césped estará bien durante todo el verano. Recuerda que el mejor momento es siempre a primera hora y, si no, justo antes del anochecer. Si lo haces en medio del día, el agua se evaporará demasiado pronto y no llegará en cantidades adecuadas al suelo.

Julio

Continúa con el riego y los cortes según lo vaya necesitando el césped y según sea tu gusto sobre la altura de la hierba, con cuidado de no dejarlo demasiado corto en estos meses centrales del verano.

Agosto

Sigue igual que en julio. Si te vas de vacaciones y vuelves dos o tres semanas después, te encontrarás con una hierba alta.

Recuerda no cortarla de golpe. En sesiones de días sucesivos ve reduciéndola 1/3 cada vez hasta que llegues al punto que desees.

Mira si está saliendo alguna calva (se puede haber quemado por el sol) o si hay alguna zona menos espesa. En septiembre será momento de intentar solucionarlo.

Y disfruta de tu césped.

Hace buen tiempo y lo trabajas mucho. Merece la pena sacarle partido sin obsesionarse por él. A estas alturas, con los cuidados que has tenido, el césped estará generalmente fuerte y sano y puede aguantar casi cualquier cosa.

Y si no, el otoño está cerca y habrá tiempo de arreglar cualquier problema que surja.

Septiembre

Cuando el calor del verano empiece a remitir, piensa en resembrar las calvas que empezaste a ver en agosto. Aunque en el artículo enlazado están todos los detalles, los pasos básicos son los siguientes:

  • Airea y escarifica la zona para reducir la compactación del terreno. Hazlo mejor cuando no esté demasiado húmedo, porque será más fácil agrietarlo. Si la zona es pequeña puede valer con pinchar el terreno en varios puntos con una pica.
  • Luego pasa el rastrillo para hacer unos pequeños surcos y echa la semilla en el suelo. Pasa de nuevo el rastrillo para que la semilla se mezcle un poco más con la tierra, sin enterrarla mucho porque necesitará que le dé la luz del sol.
  • Riégalo y alísalo.
  • Manténlo húmedo permanentemente hasta que, en unos días, veas asomar las primeras briznas de hierba.

De hecho este es un buen momento para pensar en sembrar algún césped de invierno que se mantendrá mejor durante los meses fríos que están por venir.

El resto del jardín seguirá necesitando que lo cortes y riegues regularmente. A lo mejor ya menos que en agosto, pero tendrás que seguir trabajándolo.

Cuando empiecen a caer las hojas de los árboles, retíralas con un rastrillo o con el cortacésped a máxima altura. Ésto último las triturará y las convertirá en abono.

Octubre

Vigila y trabaja las zonas resembradas en septiembre.

Manténlo húmedo y prepara el primer corte.

Sigue retirando las hojas de árboles cuando caigan. Lo mismo con cualquier fruto que caiga de ellos. Si los dejas el césped podría coger alguna enfermedad.

Noviembre

Fertiliza el jardín antes de que llegue el invierno.

Es posible que el césped todavía necesite algún corte adicional. Ésto ayudará a quitar las hojas de árboles que todavía estarán cayendo.

No dejes tampoco que la hierba crezca demasiado, porque esto favorecerá que de nuevo salgan calvas y que alguna zona pueda enfermar por falta de luz y exceso de humedad.

Diciembre

No lo pises si el tiempo ya está húmedo y hay heladas.