Cómo plantar césped natural

Plantar césped natural es una forma barata y satisfactoria de mejorar el espacio verde alrededor de tu casa o, si ya lo tienes, de mejorar tu jardín actual. Para disfrutar de un césped bien asentado y maduro, sigue estos 7 pasos para plantar un césped natural vibrante y acogedor:

  1. Escoge el momento adecuado del año
  2. Prepara el terreno
  3. Escoge la mejor semilla
  4. Plántala
  5. Riega adecuadamente
  6. Sigue el proceso de asentamiento y crecimiento
  7. Corta y mantén el césped

Paso 1: Escoge el momento adecuado del año

El momento del año en el que plantes el césped natural tiene un efecto directo en su resultado. Escoger el mejor momento asegurará que tu césped germine bien, crezca con rapidez y permanezca sano mientras las nuevas semillas que se resiembren se asientan.

El mejor momento para plantar césped natural depende de la región y del tipo de césped natural que quieras plantar. En España, las mejores épocas para plantar un césped natural son la primavera y, en todo caso, principios del otoño.

Es importante evitar los rigores del frío y las heladas del invierno y del calor e insolaciones extremas del verano. Por eso la primavera y principios de otoño son momentos en que el césped tendrá más tiempo para crecer con un clima benigno.

El mes exacto de la primavera puede variar en función del clima específico de cada región.

  • En zonas templadas como el Levante o sur de España, marzo puede ser un buen mes en primavera, y hasta mediados de mayo como muy tarde. En otoño convendrá esperar hasta mediados de septiembre como pronto.
  • En climas oceánicos de la costa norte de España, abril o mayo, e incluso junio, pueden ser mejores, pero también de septiembre hasta finales de octubre.
  • En zonas de clima continental del centro-norte del país, lo mejor es plantar el césped natural en abril o mayo si es en primavera y de finales de agosto a principios de octubre en otoño.

Paso 2: Prepara el terreno

Un jardín sano y atractivo nace de una preparación adecuada del terreno. Se pueden hacer varias cosas que le beneficien a largo plazo:

  • Haz una pequeña pendiente de un 1 o 2% hará que el agua corra adecuadamente sin encharcar el terreno. Lo recomendable es hacerlo para que el agua vaya en dirección contraria a los edificios cercanos. No es bueno crear pendientes mayores porque lo que harán será favorecer que el césped se seque demasiado rápido.
  • Alisa bien el terreno con un rastrillo y evita que queden zonas hundidas, porque pueden generar lugares húmedos que harán difícil pasar el cortacésped y serán una zona donde el césped natural tendrá propensión a enfermar.
  • Si tu intención es la de reemplazar un césped existente, es importante hacer un buen trabajo a la hora de eliminarlo completamente. Puedes ver nuestro artículo sobre cómo resembrar un césped por completo desde cero, pero el trabajo implicará usar herbicida, pasar un arrancador de césped para arrancar una profundidad de unos 6 centímetros y limpiar bien todas las sobras.
  • Envía unas muestras de tu terreno a un buen laboratorio para que analicen su pH y sus niveles de nutrientes, además de que te proporcionen recomendaciones sobre cambios que puedes hacer. La mayoría de los céspedes naturales crecen mejor en terrenos con un pH entre 6,0 y 7,5. Para tomar una muestra del terreno, usa una pala, húndela unos 15 centímetros en la tierra y saca un trozo. Corta una rodaja de abajo a arriba. Hazlo en tres partes diferentes del jardín. Mezcla las rodajas y envíalas en un envase bien cerrado.
  • Modifica el pH. Si las pruebas del laboratorio muestran que el pH de tu terreno está fuera del rango adecuado para un buen crecimiento de tu césped, tienes que hacer algunas tareas para arreglarlo. Si el pH es demasiado alto tu terreno es básico o alcalino y es habitual en zonas de naranjos en la Comunidad Valenciana, por ejemplo. Lo normal es aplicar unas dosis de sulfato de hierro combinado con materia orgánica. En estos casos hay que evitar usar fertilizantes alcalinizantes. Si el pH es demasiado bajo tu terreno es ácido, el cual se da mucho en zonas húmedas del norte de España. Para arreglarlo necesitarás enmiendas calizas con cal viva o con caliza. Mira siempre las dosis adecuadas en las etiquetas del producto que utilices para estos trabajos.
  • Añade nutrientes. Las recomendaciones del laboratorio incluirán una lista de necesidades de nutrientes que pueda tener tu terreno. Un fertilizante de alta calidad puede ayudar a restaurar unos niveles de nutrientes adecuados para un crecimiento sano de tu césped natural.
  • Altera la estructura del terreno. Si el terreno es muy arenoso o si es muy duro y compacto, la germinación, el crecimiento y la salud general del césped natural pueden sufrir. Para que se dé un crecimiento sano del césped natural, el terreno necesita tener suficiente aire, pero también tiene que poder retener los nutrientes y la humedad que va a necesitar el césped. Mejora la aireación y la penetrabilidad del agua en tu terreno quitando piedras e incorporando una capa de 5 a 10 centímetros de espesor de materia orgánica, como compost y tierra vegetal, antes de plantar el césped natural. Hay tiendas que te pueden alquilar una máquina aradora (como éstos que vende Amazon) o un escarificador (como éstos), que te ayudarán a mejorar el terreno removiendo el suelo para que permita el paso del aire y el agua.

Paso 3: Escoge la mejor semilla

Para que crezca un césped natural sano, es importante escoger semillas de césped natural de buena calidad. Hoy en día hay variedades que requieren menos mantenimiento y que son muy resistentes a las sequías, por lo que su comportamiento en jardines privados es mejor.

El número de tipos de césped es muy amplio, porque el césped natural realmente es una mezcla de diferentes variedades de semillas de gramíneas, por lo una combinación particular de semillas en unas cantidades concretas dará un césped diferente cada vez.

Dependiendo de las características del suelo de tu jardín, de la insolación que reciba, condiciones climáticas, atención que podamos darle, etc… habrá unas semillas más adecuadas que otras para nuestro caso.

Lo mejor en este caso es acudir a una tienda especializada con todos los datos necesarios y solicitar el asesoramiento de un experto.

Paso 4: Planta la semilla

Una vez que el terreno está preparado, liso y fertilizado, esparce la semilla homogéneamente según las dosis recomendadas del producto escogido. Recuerda que debes revisar con cuidado las instrucciones de la etiqueta del producto y seguirlas fielmente. Si no lo haces, el resultado puede no ser el mejor.

Puedes sembrar las semillas esparciéndolas a voleo (con la mano).

Si prefieres ayudarte con una máquina, hay algunas esparcidoras mecánicas que se pueden alquilar o comprar. En este caso escoger el tipo correcto de esparcidora para tu situación puede ayudarte a obtener los mejores resultados.

Hay carritos esparcidores (como éste en Amazon) que dejan caer la semilla según avanzas con ellos. Este tipo de máquinas maniobran bien en espacios estrechos y son ideales para jardines pequeños, de menos de 400 metros cuadrados.

Una esparcidora rotatoria (como ésta de Amazon) viene en dos tipos: carrito y manual. Éstos aparatos esparcen la semilla en todas las direcciones, de forma que proporcionan una cobertura más homogénea, aunque carecen de la precisión de las anteriores Son ideales para jardines grandes.

Una vez que hayas esparcido la semilla, utiliza un rastrillo y pásalo dejando pequeños surcos de menos de un centímetro. No entierres las semillas mucho más, porque el césped necesita luz para germinar rápidamente. Después de ésto, pasa un rodillo (como éste en Amazon) para asegurar que haya un buen contacto entre la semilla y la tierra.

Resembrar es el proceso de plantar césped natural en un jardín existente. Esto se hace para mejorar la apariencia y salud general de tu jardín, espesar el césped, minimizar las malas hierbas, cubrir calvas o zonas dañadas o convertirlo a otro tipo de césped que sea más adecuado o guste más.

A veces también, los jardines con césped de climas cálidos se resiembran en otoño con césped de invierno para darle color y vigor durante los meses fríos. Cuando estés resembrando, esparce bien la semilla y riégalo abundantemente, siguiendo las mismas instrucciones que si el césped se plantara de cero.

Paso 5: Riégalo adecuadamente

Mantener el césped natural recién plantado constántemente húmedo pero no encharcado es algo de vital importancia para estas actuaciones. Riega las zonas donde has plantado el césped natural dos o tres veces al día. Usa también un espray con agua para mantener las semillas húmedas si es necesario.

Cuando las semillas germinen y la hierba empiece a aparecer, disminuye la frecuencia del riego pero hazlo un poco más abundantemente. Ve reduciendo el riego según el césped vaya creciendo y fortaleciéndose hasta los niveles normales para un césped según la estación y región donde se encuentre.

Paso 6: Sigue el proceso de asentamiento y crecimiento

Dependiendo del tipo de césped natural que estés plantando, la germinación puede tardar entre 5 y 21 días. Luego puede tardar otras 4 o 10 semanas para enraizar bien y asentarse. Tardará después toda una temporada para madurar hasta el punto de que esté preparado para resistir pisadas constantes.

Cuando las hojas alcancen los 2 ó 3 centímetros de altura, examina la zona para ver si han quedado calvas. Resiembra esas zonas y repite el proceso hasta que el césped quede espeso y te quedes satisfecho con los resultados.

Paso 7: Corta y mantén el césped

Cuando la hierba del césped natural alcance una altura de unos 8 centímetros, es el momento de hacer el primer corte.

Sigue siempre las mejores prácticas para el corte del césped, incluyendo las alturas adecuadas de corte para tu tipo de césped.

No cortes nunca más de un tercio de la altura de las hojas en una pasada, porque puedes dañarlas y estresarlas, volviéndolas proclives a desarrollar enfermedades, atraer malas hierbas y hacer que el crecimiento se debilite. Si has plantado el césped natural en otoño, puede darse la situación de que el primer corte tenga que esperar hasta la siguiente primavera.

Durante la primera temporada de asentamiento, el césped natural joven estará aún tierno, por lo que es bueno que lo pises lo menos posible. Haz un mantenimiento adecuado, con riegos constantes y con la cantidad de agua necesaria para complementar la que traiga la lluvia. Recuerda que tu césped debería recibir 2 ó 3 centímetros de agua por semana en condiciones normales.